Salí de Monterrey el 24 de Mayo en un vuelo sola, vía CDMX, donde conocería al resto del grupo (no había tenido la oportunidad de ir a los entrenamientos en los volcanes de México por mis clases en el TEC).
Así fue, mientras documentábamos las maletas en el aeropuerto de CDMX rápidamente noté que había otras personas con mochilas de expedición, me acerqué a saludarlos y todos se portaron muy amables conmigo, desde luego me di cuenta de que tendríamos una muy buena química entre todos. La trayectoria era Monterrey – CDMX – Colombia – La PAZ.
Estuvimos en La Paz dos días completos para poder aclimatar adecuadamente, es una ciudad que tiene una altitud promedio de 3,600 msnm (metros sobre el nivel del mar), aquí hicimos nuestra revisión de equipo y salimos a turistear para conocer los alrededores, tuvimos la oportunidad de ir a la zona arqueológica de Tiwuanacu y al Lago Titikaka, el lago navegable más alto del mundo.
Para esta expedición contamos con 4 guías mexicanos: Daniel Araiza, Ricardo Lugo, Alfredo Perea y Héctor Ponce de León y adicionalmente un guía Boliviano certificado: Marcelo Sainz.
El 27 de Mayo nos trasladamos a la presa de Tuni (4,400msnm) haciendo hora y media de camino e hicimos una caminata de 10 kms. al campamento base de Alpamayo para ya dormir en las tiendas.
Desnivel: 200 mts.
(A continuación, texto extraído de mi diario que porté en la expedición).
Día 4. 27 de Mayo. Campo Base
Llegando a Campo Base, rodeada de un hermoso paisaje, donde me encuentro conmigo misma, con mi alma.
Monólogo.
¡Hola Marcela! Hoy será tu primera noche en campamento. Los dos días anteriores de aclimatación en La Paz fueron muy lindos, aprendiste mucho sobre el espíritu de Los Andes en Tihuanacu, con tu guía Rosa María, Ahora estás en tu carpa, sola, con mucho espacio para ti, ¡disfrutalo! Desde Aconcagua no dormías en una carpa, ¡ni usabas tu equipo! por fin estás aquí. Te ves llena de emoción La Madre te regaló paisajes hermosos en el trekking de hoy, incluso te dio un clima que nunca se da, cayó agua-nieve. Te permitió sacar fotos increíbles, tanto que hasta crees que es de lo mejor que has tomado. ¡Lo es!… Recuerda disfrutar y VIVIR este camino que apenas empieza.
Gracias.
Día 5. 28 de Mayo. Cumbre Pico Austria (5,300msnm). Desnivel: 700mts
¡Me sentí excelente! Anoche en el campamento, Héctor, nuestro guía, nos midió la saturación de oxígeno y saturé 92% con 92 LPM (latidos por minuto). Estamos a 4,400 msnm (metros sobre el nivel del mar) y he dormido riquísimo, tanto que hasta me despertaba pensando que estaba en mi casa.
No me levanté ninguna vez para hacer pis y me siento muy bien hidratada. Nos tocó muy nublado el día de hoy, el día de la primera cumbre, pero pude sacar algunas buenas fotos, espero que los demás días se despejen. Este día tuve un gran aprendizaje gracias al clima, hizo frío y calor al mismo tiempo.
Cuando comenzamos el ascenso no pude evitar sudar intensamente por todos lados, el sol y el reflejo de éste en la nieve, hacía que nos muriéramos de calor. “Lo que no te mata te hace fuerte”, me dijo Héctor, haciéndome entender que no me había equivocado en la manera en que elegí mis capas de ropa, me dijo que así sucede siempre cuando el sol es muy fuerte y hay nieve, me platicó que en el Everest así es, y que si algún día quiero ir, este tipo de situaciones me preparan para lo que se vive allá tras pasar una de las zonas más difíciles, la Khumbu Icefall, donde la gente tiene que utilizar ropa interior de color blanco y cruzar toda la parte del glaciar en ropa interior, ya que el reflejo del sol en la nieve es tan fuerte, que ha matado a gente con golpes de calor.
Fueron alrededor de cinco horas y media, empezamos a las 9:30 am y volvimos a las 3:15 pm al campamento, el clima que había en estos días aquí era realmente extraño, tuvimos que usar nuestras botas de alta montaña y crampones, cuando normalmente es una montaña que se sube en tenis de trek.
Cumbre del Pico Austria
Día 6. 29 de Mayo. Prácticas en el glaciar. Desnivel: 700 mts.
Hoy fue el día de prácticas en el glaciar. Aprendí a caminar con cuerda fija, lo cual es básico para un 8mil. De regreso llegué empapada y llena de nieve, nos pescó la tormenta de nuevo. Me sentía feliz, a pesar de la friega de lo que implica mojarse en tanta altura, tener que secar chaquetas y tennis a 4,400 msnm no es nada fácil. ¡Creo que esto es VIVIR!, me gusta el reto. Luego de volver al campamento descansamos un rato y cenamos temprano, amo las pláticas de la cena, esta vez Héctor nos contó sobre sus experiencias en los tres intentos a cumbre que ha tenido en el K2, la montaña más difícil del mundo actualmente.
Día 7. 30 de Mayo. Descanso. Desnivel: 0 mts.
Hemos estado en el campamento todo el día, casi no ha parado de llover así que no hemos podido relajarnos tanto, solo podemos estar encerrados en las carpas o jugando juegos en la carpa común, donde cenamos todos los días. En la mañana hubo un poco de sol y por fin se pudo secar mi chaqueta de pluma, había estado empapada desde el primer día ya que primero se mojó con la lluvia del día del approach, y el día de cumbre del Pico Austria se tiró agua de uno de mis termos. ¡Por fin podía usar mi chaqueta más calientita!
Por fin usando mi chaqueta de pluma en CB, ¡feliz con crocs y calcetines!
Día 8. 31 de Mayo. Cumbre Pequeño Alpamayo. Desnivel: 900 mts
1:58 am – ¡Ya estoy lista para desayunar y salir a cumbre! No hace viento, ¡wooh! ¡vámonos!
21:19pm – ¡Qué día para hacer cumbre! Después de toda la tormenta, nos tocó un día con CERO viento, sol y todo despejado.
Jamás había sido la primera en estar lista para salir, y así lo fue al empezar a subir el glaciar, todo el tiempo fui la primera con Marcelo, nuestro guía boliviano adelante y Freddy atrás de mi como cordada. ¡Qué buen equipo! Estoy muerta, casi no puedo escribir, llegué y me dormí ¡2 horas! (de 5:30pm a 7:30pm), luego tomamos un vinito en la cena para festejar…
Comienza el ascenso, debido a la fuerte nevada que había caído el día anterior, la nieve nos llegaba más arriba de las rodillas, cuando está así de nevado, todo cuesta el doble, o triple, porque tienes que esforzarte más en cada paso, había que levantar mucho las piernas para poder dar cada paso firme y con fuerza, era realmente cansado y tedioso. ¡Siento que subí 45 edificios! con cinco kgs de nieve en cada pierna. Comenzaron a salir los primeros rayos del sol y el glaciar se pintó de morado, teníamos una vista hermosa del campamento y la Laguna de Condoriri a nuestras espaldas.
Lo que más me costó del ascenso fue una parte donde teníamos que desescalar del Cerro Tarija, ya que yo traía mi cámara colgando en el cuello y era muy fácil que se golpeara con las rocas, tenía el vacío a mis espaldas y tenía que desescalar con los crampones y guantes gruesos puestos, realmente era una tarea muy difícil, Freddy y yo eramos los primeros en tener que bajar esta parte y la pared estaba super expuesta, mi mochila me incomodaba y mi casco también no me sentía nada ágil.
Aquí fue mi momento de quiebre, (casi siempre tengo uno en cada montaña) grité y lloré un poco, me desahogué, en realidad es un sentimiento que agradezco, lo veo como una metáfora de mi vida, donde me doy cuenta que tengo que liberarme de aquello que a veces me pone tensa y entiendo que hay que mantener la calma, que no hay vuelta atrás. Lo mismo me pasó en el camino de regreso al tener que escalar en esta parte.
En fin, seguimos el camino hacia la cumbre, seguía la parte de subir con cuerdas fijas y jumares, era una pared con casi 90º de inclinación.
Ascenso con jumares
(La noche antes, mientras broméabamos y reíamos cenando en el campamento, dijimos que queríamos tener una canción para motivarnos todos cantando en los momentos de cansancio que nos esperaban al día siguiente, la canción que habíamos elegido es la de I’m Gonna Be (500 miles) – The Proclaimers.)
¡Cumbre! Justo cuando di mis primeros pasos sobre aquella cumbre puntiaguda, ¡empezó a sonar la canción! Resulta que Héctor, que venía un poco más abajo, puso en su radio (walkie talkie) la canción y sonó fuertemente en el radio que traía Daniel, quien venía con nosotros, ¡No podíamos sentirnos más contentos! Ni parar de reír mientras nos dábamos el abrazo cumbrero, salieron las lágrimas de felicidad…
Volvimos. Cuando veníamos cruzando por el glaciar que está justo antes del camino plano hacia campo base, no podíamos creer aquellas enormes grietas por las que habíamos cruzado aquella madrugada mientras subíamos, realmente gigantes, habíamos caminado entre grietas que guardaban un oscuro y profundo abismo de más de 70 metros de profundidad, nos sentíamos orgullosos y felices de haber podido cruzar sin problema alguno.
Esto me hace analizar de cómo a veces, en nuestra vida diaria nos ponemos los obstáculos nosotros mismos y que todo es cuestión de perspectiva, ¿qué hubiera pasado si yo hubiera visto esas grietas antes de subir? ¿me hubiera atrevido a cruzarlas o hubiera tenido miedo de hacerlo? Pero no las vi, así que crucé sin darme cuenta del peligro, claro, siempre con toda la atención y el cuidado de mis pasos y cada movimiento.
Todo es cuestión de atrevernos, de entender que el miedo es una ilusión y que podemos vencerlo si elegimos la perspectiva de ver los problemas como oportunidades. Me siento orgullosa de lo que logré hoy, y apenas viene lo bueno… ⅔!
21:32pm – Ya me voy a dormir, mañana desayunamos a las 8:30am para salir a las 10, nos vamos al otro campamento. (Mi pelo está super seboso y me urge bañarme, aún quedan como 3 días hasta que lleguemos al hotel en Quito).
Aquí terminan mis notas de la libreta de mi expedición, así que ahora relato la tercera cumbre desde mis recuerdos….
Humildad y respeto, es lo que nos enseñan las montañas a la raza humana. Mostrémosle a la Madre Naturaleza aquello de lo que estamos hechos, sintiendo su amor y respetando su imponencia cada segundo, entendiendo que es ella quien se encarga de guiar nuestro camino.
Día 9. 1 de junio. Traslado a refugio Casa Blanca. Desnivel: 200 mts.
Nos trasladamos en una van al refugio Casa Blanca a 4,800 msnm, habíamos cruzado por la ciudad, fue un sentimiento realmente extraño el salir a la ciudad y tener que entrar a las montañas de nuevo. Pasamos esa noche en el refugio.
Día 10. 2 de junio. Ascenso a Campo Alto Huayna Potosí (6,030 msnm). Desnivel: 600 mts.
Al día siguiente subimos a campo alto, al refugio Anselmo Braud, a 5,600 msnm. Era un lugar muy cómodo, todos dejamos nuestras botas afuera para que se orearan un rato. Aquí cenamos y dormimos un rato.
Nuestras botas oréandose afuera del refugio. Al fondo, las huellas del camino a cumbre.
Día 11. 3 de junio. Cumbre Huayna Potosí. Desnivel: 800 mts.
Es una montaña más fría que las que habíamos subido los días anteriores, comenzamos a las 2 de la mañana. Al amanecer recuerdo que no pude evitar sacar mi cámara para tomar unas fotos y dejé de sentir mis manos por unos 10 minutos, esto hizo que me cansara mucho mentalmente, pero para mi era imposible no capturar el hermoso amanecer que nos rodeaba mientras subíamos.
Foto del amanecer en Huayna Potosí
El reto final, cuando empezó a amanecer, era ahora una pared vertical altísima, para mí parecía eterna, apenas podían verse las personas de otros grupos que iban adelante de nosotros, recuerdo que ya no quería seguir, me sentía muy cansada y aquella enorme pared parecía no tener fin. Es un juego mental realmente duro, pero hay que tener paciencia y tratar de mantener la calma, recordando que son retos temporales, que el sufrimiento no es eterno y que somos más capaces de lo que creemos.
Me motivaba saber que ese mismo día estaría de vuelta en el hotel, era un sentimiento extraño ¿cómo podía estar a 6mil metros de altura y luego dormir en un hotel con un baño de agua caliente ese mismo día?
Seguimos, cuando el sol comenzó a calentar un poco más, retomé fuerzas, recuerdo cómo iba viendo la línea que pintaba cada vez más de amarillo aquella pared que ahora iba quedando debajo de mí, rezaba porque aquella luz del sol pronto llegara hasta donde yo me encontraba.
Cada vez era más y más empinada la pared cubierta de nieve y hielo, sentía mucha adrenalina mientras caminaba, nos encontrábamos muy, muy alto. Ya estábamos a 6,000 msnm. Cuando llegamos arriba, poco antes de la cumbre había que caminar por la cresta de la montaña, sintiendo mucho vértigo y cada vez más y más adrenalina, ahora si me sentía muy fuerte, muy feliz y cuando menos lo imaginé, ya estaba en la cumbre. No podía sentirme más agradecida de haberlo logrado.
La vista del paisaje de la inmensa cordillera era impresionante, realmente hermoso, la cumbre era así, solo el filo de un pico a 6,030 msnm con un horizonte infinito a nuestros pies.
Cumbre del Huayna Potosí
Volvimos, cuando menos lo imaginé ya estábamos de vuelta en el campo alto, nos dimos todos un abrazo, preparamos todas nuestras cosas y bajamos, a las 3 de la tarde ya estábamos de nuevo en el refugio Casa Blanca. Nos trasladamos al hotel en La Paz y tuvimos nuestra última cena todos juntos, a la mañana siguiente, temprano cada quien tomó su vuelo de vuelta a casa.
Ha sido una experiencia increíble, gocé de la comodidad de poder tener un buen campamento todas las noches, contrario a Aconcagua donde las noches eran un tanto más incómodas por la altura. Muy pronto les contaré también esta historia…
Hicimos un equipo increíble, todos muy amenos y con historia increíble que contar, aprendí mucho de cada integrante del grupo y me quedo con lo mejor de cada uno para siempre en mi corazón. Recordando que a la cumbre no se llega solo, que lo más importante es compartir el éxito.
¡Gracias!
Marcela admiro mucho tu trabajo y me fascina saber que en tu página relatas las historias de cada una de tus aventuras. Acá también hay algunos nevados que intento conocer, para nuestro grupo tu eres una inspiración de querer salir y conocer algunos mas en otros países. Un abrazo desde Colombia y muchos éxitos para las aventuras que te esperan en Enero. 💪🗻
Qué orgullo saber que desde Colombia puedan seguir estas aventuras!!! Espero pronto poder ir a hacer algo por allá y encontrarnos en alguna montaña :), gracias por este apoyo que se vuelve una gran inspiración para mí!!! Abrazo grande de vuelta!!
Me haces viajar junto contigo en tus expediciones, tienes una forma de narrar las y compartirlas que emocionan y erizan la piel. MUCHAS FELICIDADES!!! Me encantó.
Gracias Sissy!!! Es todo el propósito de poder compartir, que juntas podamos sentir aquello que nos hace sentir viv@s, me encanta saber que lo puedas experimentar junto conmigo, te mando un abrazo fuerte!!