Hace menos de dos semanas tuve la oportunidad de ir a conocer el tiburón ballena en Cancún, yo tenía sentimientos encontrados respecto a hacer esta actividad o no porque había leído que este pez, el pez más grande del mundo entero había sido lastimado por culpa de nosotros, de los humanos, de los cientos de embarcaciones que llegan a invadir a esta especie cuando es llega la temporada.
Hace un par de años era una actividad mayormente realizada desde la Isla de Holbox, pero ahora el tiburón ballena está más cerca de Cancún y es mucho más fácil ir a verlos.
A 40 kms. de Isla Mujeres se presenta, entre los meses de mayo y septiembre una de las mayores concentraciones de este pez en el mundo, y vaya que somos realmente afortunados ya que esto no sucede en ninguna otra parte del planeta. Somos bendecidos porque no hay otro lugar en donde se puedan ver tantos tiburón ballena como aquí, en México. Incluso, existe una foto aérea que fue tomada hace tiempo y en ella es posible contar hasta 420 tiburones.
Sin embargo, gracias a la demanda de los turistas que quieren ir a verlo, ha aumentado impulsivamente la cantidad de embarcaciones y permisos que salen a realizar esta actividad. Fuera de estas fechas, que es la temporada alta, es posible quizás encontrar uno o dos tiburones, pero no es tan común porque suelen irse al fondo, a aguas más frías, o incluso a otros países como Belice o Honduras.
Existen varias razones por las que el tiburón ballena está aquí:
Una de ellas es por la alimentación, ya que hay una corriente q se llama surgencia que arrastra muchos nutrientes y que en la superficie se combina con el sol, generando así el plancton, que son animales microscópicos que sirven de alimento para el tiburón. Otra razón es por la gran cantidad de hueva que depositan otras especies.
El macho tiene dos miembros masculinos, los cuales se han encontrado lastimados, se piensa que sea quizá porque estuvieron reproduciéndose, aunque eso es algo que nadie ha visto nunca, no se sabe cuándo sucede, si pasa a 100 mts. de profundidad, en la superficie, en la noche o madrugada. Permanece un misterio entre tantos que guarda la vida marina.
¿De dónde viene y hacia dónde va?

¿Desde dónde viene nadando el tiburón y hacia dónde va después? ¿Cuánto tiempo se queda aquí? No hay teoría totalmente cierta o comprobada aún.
Se han marcado más de 1,000 tiburones ballena con marcas plásticas y marcas satelitales que permiten seguir al tiburón ballena para saber hacia dónde va y de dónde viene y así han podido descubrir que el tiburón a veces desciende hasta más de 1,000 mts. de profundidad, existen muchos misterios que envuelven la vida silvestre, ¿por qué bajan? no se sabe exactamente, quizás lo hacen para deshacerse de algún virus o bacterias que pueden obtener en la superficie o para deshacerse del acompañamiento de la fauna que suele resguardarse junto al tiburón para protegerse de sus depredadores, debido a que el agua abajo es tan fría y hay mayor presión, muchas especies ya no sobreviven a estas profundidades. Pero esto son tan solo elucubraciones que tienen algunos biólogos e investigadores.
Gracias a estas marcas satelitales, ha sido posible rastrear al tiburón ballena, se ha encontrado algunos que bajan hasta Brasil, otros que van hacia el área de Belice y luego suben de nuevo acá, otros que se van hacia el Golfo de México.
No hay un patrón definido de comportamiento ni movimiento de los tiburones. Se piensa que hay una población local que vive en el Caribe mexicano, incluso en Belice y Honduras y se cree que se quedan aquí. Pero, por otro lado, también hay otra población que viaja más lejos y tal vez regresa, como mencioné, no hay un patrón definido.
Actualmente es el año número 16 en el que se lleva a cabo esta actividad y es desde hace 16 años, que se establecieron las normas y regulaciones para poder hacerlo de manera turística.
¿Qué tan seguro es?
No hay muchos riesgos para nosotros al nadar con el tiburón ballena, aunque su boca abierta llegue a medir hasta metro y medio de ancho, es un animal que no te va a morder ni atacar, son muy amigables aunque el verlos resulte muy impactante y puedas sentir un poco de miedo. ¡Llegan a pesar más de 20 toneladas y medir hasta de 12 mts. de longitud! Curiosamente, el mayor riesgo suelen ser los turistas.

Temporada
La temporada para ir a ver el tiburón ballena es en verano, entre los meses de mayo y septiembre.
Precio
El precio de la actividad es de alrededor de $195 USD por persona y caben 10 personas por embarcación.
Las embarcaciones cuentan con dos motores, toldo, baño de emergencia y las también cumplen con regulaciones establecidas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Regulaciones
Las regulaciones implican que los guías tengan capacitaciones en términos ambientales y turísticos, ya que es importante hacer la actividad de la manera más sustentable y ambientalmente amigable.
Algunas normas establecidas implican no tocar al animal, guardar cierta distancia y cuidar al tiburón y a su entorno.
¿Es ético?
Estuve platicando con los lancheros y con el director de la agencia EcoColors Tours y llegué a la conclusión de que es un tema complicado, a veces nos cuesta valorar la grandeza de estas especies que viven en nuestro planeta y no tomamos las medidas necesarias para protegerlos. Es difícil, hay capitanes de las embarcaciones que entienden, respetan y aplican las normas, sin embargo hay algunos que no les interesa y solo llevan a las personas por hacer negocio en lugar de intentar concientizar.https://player.vimeo.com/video/281729207?dnt=1&app_id=122963
A veces, hay más de 80 embarcaciones alrededor de un solo tiburón ballena, ¿te imaginas lo que ocasiona esto para el animal? Se vuelve un ataque prácticamente hacia él, en lugar de una experiencia mística, mágica, que nos nutra y nos alimente, se vuelve una actividad espantosa.
Sin embargo, en otras ocasiones, como me tocó vivirlo a mí, hay hasta 200 o más tiburones en una sola zona, por lo que las embarcaciones se dispersan un poco.
Lo que sucede es interesante, vemos tantos tiburones y sentimos que es tan sencillo encontrarlos y entonces no valoramos la suerte de haberlos visto. ¡Hay días que no se encuentra ni siquiera un tiburón!

¿Cómo podemos cambiarlo?
Si no es un “highlight” para hacer en tu vida, mejor no vayas, y si vas y te toca que hay más de 100 personas con un solo tiburón, el mejor consejo es que te alejes de ahí, salte, no participes en dañar el entorno.
Es un tema complicado, anteriormente existían 320 permisos para que los pescadores pudieran realizar la actividad y navegar por estas aguas, hoy en día el gobierno ha logrado reducir el número de permisos y ahora hay 220, aunque sigue siendo un número muy alto.
¿Sería posible que solo hubiera 20 permisos? Considero que debería de ser una actividad mucho más exclusiva y controlada, aunque eso quizás sea difícil de lograr en nuestro país.
Hay excelentes modelos de turismo sustentables que podemos seguir, como los gorilas en África Central, en Ruanda, ellos establecieron una cuota de $1,500 USD para quien quisiera ir a ver gorilas y ese dinero lo utilizan para el beneficio de la comunidad local.
220 embarcaciones sigue siendo un exceso, la diferencia la tenemos que hacer nosotros, como turistas, en medida que exijamos que nuestro operador sea responsable, que el hotel sea responsable, se podrán ir regulando los cambios. Hay q presionar, es la oportunidad de hacer las cosas bien en México y así poder ir generando un proyecto turístico como un proyecto de investigación, en el que podamos tener un manejo más racional de nuestros recursos.
¿Qué opinas tú de ir a nadar con el tiburón ballena? ¿Tienes sentimientos encontrados al igual que yo? ¿Has nadado ya con él?
¡Gracias por tus comentarios!
Hola Marcela, en mis vacaciones de este año, me ofrecieron hacer este tour, porque siempre he tenido ganas de hacer nado con delfines, cuando me dijeron que era mar abierto, me dió miedo porque no soy muy buena nadadora, la propuesta me hizo investigar más sobre el tiburón ballena y pues si una de las cosas que tiene la zona es que te van a ofrecer tomarte fotos con un jaguar bebé, serpientes, guacamayas o cualquier otro animal. La exploración está a la orden del día, ya que a veces no los alimentan ni tratan bien, de todas formas solemos cambiar su entorno solo por ser observadores. Por estos dos motivos el hecho de no saber nadar muy bien y el respeto a la naturaleza decidí no hacerlo. Si tal vez fuera más exclusivo y más cuidado aunque cueste más lo realizaría. Hay una frase que me gustó que dice que lo que no nos cuesta es lo más valioso, pero valoramos más aquello en lo invertimos dinero. Por cierto apenas estoy conociendo tu blog y se me hace muy interesante. Saludos
Hola Karla, muchas gracias por compartir tu experiencia! Creo que lo has dicho de la mejor manera “lo que no nos cuesta es lo más valioso”, muchas veces pasamos por alto las cosas importantes y creemos que hacer algo por nuestra cuenta no resultará en un gran cambio para el mundo, pero el chiste es eso, poner nuestro pequeño granito de arena en cada una de nuestras acciones, porque aunque no lo creamos, estamos haciendo un gran cambio! Abrazo fuerte.